martes, 14 de octubre de 2014

Cómo plantearse el inicio de un estudio previo.



Hola a todos, con esta entrada estreno el blog y precisamente me parece que es interesante el compartir parte de la experiencia vivida  a raíz de mi TFG. Como siempre me gusta recordar que no considero esto como una guía a seguir; sin embargo sí que me parece  importante dejar constancia de los problemas que uno puede ir encontrándose a medida que realiza este tipo de trabajos, ya sea a nivel laboral o académico.


1º fase: Toma de contacto.
Es imposible empezar la casa por el tejado (nunca mejor dicho). A pesar de las prisas/ganas que se tengan por empezar, es vital realizar un primer plan de trabajo que sea simple y abarque pocos elementos pero que a su vez nos proporcione  una cantidad de información básica sobre el  elemento de estudio.  La inercia nos lleva a todos a ir al edificio o construcción que tengamos que  analizar cargados con la cámara de fotos, folios en blanco y un metro. Es lo más normal y así es como empecé yo. Pasadas las semanas y cuando el trabajo empezaba a tomar forma me di cuenta de que esos primeros días de trabajo se quedaron en nada, es decir; fue una inversión de tiempo y dedicación que no ofrecieron frutos (salvo ese sentimiento que tiene uno consigo mismo de estar haciendo algo). 

¿Por qué digo esto?, porque después de esa primera toma de contacto no planificada, lo que tendremos serán un montón de fotografías desorganizadas, en las que quedan fuera de plano  elementos importantes, estarán giradas y un largo etcétera.  Junto a eso nos habremos pasado un buen rato croquizando el edificio(o parte de él, o parte de una parte según las dimensiones...) y si por casualidad  esas visitas han sido provechosas empezaremos a tener las primeras medidas y hasta a lo mejor nos hemos animado a trazar algunas líneas en Autocad. Bastará con una segunda visita y toma de datos de un cuerpo o zona distinta a la que tomamos en visitas anteriores para darnos cuenta de  que es imposible que cuadren a la perfección; de que como mínimo, la mitad de las fotografías tomadas nos aportan información visual sesgada (que en parte tiene cierto interés), pero que no podremos incluir en nuestro proyecto por falta de calidad.

¿Qué hacemos entonces?. Pues empezar por transformarnos  en investigadores/historiadores, por más o menos divertido que nos parezca. Si bien es cierto que una primera inspección visual no viene mal, he descubierto que si esta se lleva  a cabo teniendo ya unos conocimientos histórico-constructivos del elemento , se le puede sacar mucho más fruto.

No se trata de obtener hasta el más mínimo detalle de la vida del edificio, pero con una semana de búsqueda tanto en internet como en archivos o bibliotecas, podemos encontrarnos en algunos casos con documentación que nos permitirá empezar a conocer el edificio antes de ir a verlo.  Este punto lo considero muy interesante, ya que si con esta primera introducción obtenemos fases históricas del edificio, cronología de intervenciones y con algo de suerte algún levantamiento ya realizado, nos encontraremos con una ventaja increíble frente a esa primera visita. 

Respecto al conocimiento histórico y artístico, el principal beneficio es el de valorar y analizar de manera  prioritaria aquellos elementos que destacan por encima de otros, lo que nos sirve a varias escalas. A nivel laboral o de intervención sabremos qué elementos son aquellos que han de preservarse con un mayor cuidado y atención, al mismo tiempo que conoceremos las zonas las cuales han de ser prioritarias en cuanto al levantamiento, estudio y análisis. Desde el punto de vista académico se toma ventaja en cierta medida del punto anterior, pero sobretodo lo que obtenemos son nuevas líneas de investigación referentes a la ampliación de  la información existente sobre esos elementos que resaltan o destacan por encima del resto. Además, esto puede significar la necesidad de realizar un levantamiento y análisis mucho más exhaustivo y detallado; lo cual es importante a la hora de crear o generar más adelante un esquema o plan de trabajo.

 Búsqueda bibliográfica sobre el elemento de estudio.


Levantamientos existentes tomados como referencia.

En mi caso lo que encontré fueron varios proyectos antiguos y algunos planos que se realizaron en intervenciones anteriores.  El cambio que me supuso ir al edificio con un plano croquizado ya desde casa  sobre el que tomar medidas y anotaciones, fue muy importante. Esta importancia no radica en  "tener ya el trabajo hecho", más bien al contrario. Enfrentarse a levantar una planta de una iglesia de grandes dimensiones  desde 0 puede hacerse muy cuesta arriba. Teniendo un croquis de dicha planta desde el minuto 1 de la visita, permite hacer un seguimiento mucho más cómodo, orientarse mejor y aprovechar e invertir el tiempo ahorrado de dibujo en observar, medir y analizar.

Quiero dejar claro que con  esto no me refiero a que con un croquis hecho en casa ya se ha acabado el dibujar in situ, ni mucho menos. No hay mejor método de entender un edificio que ir levantándolo poco a poco, es así como se llega a conocer realmente la construcción y ese trabajo nos dará una ventaja y un potencial a posteriori, cuando nos planteemos otras fases de trabajo. Sin embargo el tener un apoyo al principio (si tenemos suerte de que exista o encontrarlo) nos permitirá encontrar defectos en los levantamientos anteriores , como sucedió en mi caso y tener una base sobre la que acotar para posteriormente  realizar el trazado  correcto. 

Por lo tanto mi consejo es que esa primera toma de contacto sea  en parte "trabajo de oficina", sin olvidar la importancia de la inspección visual  y tranquila del elemento que estemos estudiando. Es cierto que las primeras 2 visitas que se hagan, siempre serán un tanto "caóticas" ya que cada edificio o construcción posee unas características que los hacen únicos, por lo que no existe una receta o guión que  sirva para todo. Hemos de ir amoldando ese plan de trabajo según sea el objetivo del mismo y a medida que se avance y se vaya obteniendo mayor cantidad y calidad de información podremos ir determinando los detalles de dicho planeamiento.

Para ir acabando esta primera fase me permitiría daros unos consejos generales  de modo esquemático a la hora de planificar la primera visita (recordemos que de toma de contacto) que realicéis.

1º) Presentaros. Es importante y de buena educación preguntar y ponerse en contacto con la persona o personas que estén encargadas o sean responsables tanto de la dirección como vigilancia del edificio, ya sea de uso público o privado. Considero que antes de ponerse a hacer fotos, visitar estancias, etc,  hemos de darnos a conocer; explicar porqué estamos ahí, e incluso pedir permiso para "trabajar" en ese espacio en concreto puede sernos de gran ayuda. Evitamos posibles enfados, molestias y mal entendidos. A su vez empezar de buen pie siempre nos proporcionará ciertas ventajas cuando necesitemos acceder a zonas reservadas o pidamos información que pueda sernos de utilidad. (Este punto es sobretodo vital cuando nos enfrentamos a un trabajo académico, ya que se supone que si estamos ante un contrato o encargo no deben poner muchas pegas, en teoría...)

2º) Pasear. Dar una vuelta tanto por el exterior como por el interior del edificio mientras observamos algunos de sus detalles y morfología es básico para ir conociéndolo en profundidad.

3º) Toma de  fotografías. Al principio más vale unas pocas fotografías generales de calidad que una carpeta con más de 200 imágenes sin orden ni criterio. Recordamos que estas fotografías nos servirán como guía al principio para ir reconociendo zonas y orientarnos. Por lo tanto no merece la pena dedicar mucho tiempo a obtener fotos de lesiones o de detalles exclusivos en esta fase, ya que posiblemente esas primeras imágenes se "perderán" u olvidarán a los pocos días y las volveremos a repetir cuando centremos nuestra atención en fases más avanzadas del proyecto sobre esa zona o elemento en cuestión.


Imágenes generales tomadas en la 1º visita

4º) Levantamiento. Al igual que con las fotografías. Es preferible tomar datos generales, algunas medidas principales  y dibujar planos esquemáticos. No es nada aconsejable que el primer día intentemos dibujar los basamentos de una pilastra, florones de una portada o detalles de la carpintería.
Hasta aquí esta "pequeña" primera fase de trabajo. Como veis son pasos muy generales y que aunque estén especialmente sugeridos para obras relacionadas con elementos patrimoniales, creo que pueden tomarse como base para cualquier estudio y análisis de cualquier tipo de construcción. En siguientes entradas continuaré compartiendo mi experiencia fase a fase, en las que espero poder servir como mínimo de ayuda. 

Gracias por llegar hasta aquí, y como siempre digo, cualquier duda, comentario o aportación que creáis oportuna estaré encantado de recibirla. Un saludo a tod@s.

Esto continúa en: Fase 2: Planificación del trabajo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario