miércoles, 22 de octubre de 2014

Cómo plantearse un estudio previo. 2º Fase: Planificación.



Hola a todos de nuevo, en  la entrada anterior en la que iniciábamos el camino de cómo realizar un estudio previo, os contaba cómo afrontar  los primeros pasos y visita al edificio objeto de estudio. Ahora es el momento de avanzar un paso más y centrar nuestra atención en la planificación del trabajo.

Una vez empezamos a conocer mejor el edificio, tenemos que plantearnos un método de actuación para intensificar esa toma de datos. Después de la primera visita tendremos ya unas nociones de la construcción las cuales nos permitirán iniciar ya ciertos análisis pormenorizados.

A pesar de todo esto, hemos de ser conscientes de que aún "no tenemos nada" y falta mucho por hacer. Antes de continuar conviene hacer una pequeña aclaración; en este punto hemos de diferenciar (según mi opinión) entre el trabajo más técnico, véase levantamiento gráfico, estudio de lesiones, etcétera y  el relacionado con la búsqueda o investigación histórica. Quiero hacer esta aclaración porque a la hora de trabajar siempre se llevan ambas cosas a la par, es decir; no vas a estar dibujando y definiendo lesiones durante 3 semanas y luego estarás otras tres semanas buscando en archivos. Esto supone el que sea recomendable llevar dos plannings distintos, ya que cada uno de ellos nos exigirá una serie de requisitos totalmente distintos.

Ahora bien; ¿a qué llamamos planning?. Actualmente existen muchísimos modelos y diagramas que permiten llevar una planificación del trabajo, yo no voy a dar una plantilla, mi consejo es que si ya tienes una metodología de trabajo que funcione y te encuentres cómodo o cómoda continúes con ella y simplemente adaptes o agregues aquellos puntos que puedan parecerte interesantes. El primer paso es el de asimilar información y conceptos; siéntate en tu mesa de escritorio y organiza todo lo que tengas hasta el momento. No hace falta que "pases a limpio" o comiences a estructurar ya el trabajo definitivo; simplemente selecciona, clasifica y ordena.  Hecho esto, el siguiente paso es decidir por dónde continuar. El levantamiento gráfico te va a exigir dedicación tanto en "campo de trabajo" como posteriormente en oficina y es recomendable que le des cierta continuidad para que no se vayan quedando en el olvido detalles  que puedan ser de ayuda. También es verdad que sin tener la representación gráfica no se puede avanzar en gran parte del resto de capítulos del estudio, de ahí que resida esa prioridad frente a otros capítulos o apartados del estudio. 

La búsqueda de datos bibliográficos en ámbitos de patrimonio suele ser algo tediosa (al igual que la búsqueda de información sobre nuevos materiales o técnicas en proyectos de investigación), ya que la inversión de horas no siempre da como frutos grandes resultados. Aquí quiero dejar una puntualización importante; cada construcción tiene su historia y eso conlleva a que independientemente de su importancia o relevancia, puede existir una recopilación de datos históricos muy amplia o prácticamente nula. Todo depende de la "suerte" que se tenga; tal vez a alguien le dio por guardar todos los documentos desde el siglo XVI, o tal vez todos los escritos antiguos se quemaron en un incendio por culpa de un rayo; todo puede pasar en esta vida.

Con la primera búsqueda que planteé en la toma de contacto, es posible que ya tengamos varias referencias de archivos y documentos a los que prestar atención o pistas de otros a los que debemos recurrir.  Pues bien, la planificación que os propongo consiste de nuevo en priorizar la revisión de esos documentos; me explico. Entre un proyecto (de construcción, restauración, etc.) de años anteriores y una tesis doctoral sobre el arte o diseño del edificio, por norma general nos será de mayor ayuda indagar y consultar el primer documento, ya que puede aportarnos una información muy valiosa para analizar la evolución y el comportamiento del edificio, mientras que las descripciones o explicaciones artísticas o de la forma arquitectónica (no menos importante que la anterior, no se me malinterprete) no nos aportará datos que puedan variar o modificar nuestro método de trabajo ya que se trata simplemente de recopilación y transcripción de datos.

Aquí es donde entra lo que para mí ha sido básico y es la realización de "Checklist". No tienen que ser documentos complicados que recojan un sinfín de opciones. Hacer una lista ordenada respecto a las prioridades de los documentos a visitar, localizarlas por ubicación de archivos, bibliotecas, etc. e incluso reservar algún espacio para anotaciones e indicaciones nos va a ser de gran ayuda. 

Ejemplo:


 En el ejemplo vemos como de manera muy esquemática podemos marcarnos que documentos hemos revisado ya, cuales merecen la pena volver a ser documentados o si en alguna visita se nos ha olvidado tomar datos bibliográficos  y debemos de buscar esa información mediante otras vías o volver al lugar de visita (de ahí el asterisco rojo que aparece en el último caso). Como digo esto es un ejemplo básico para mostrar cómo con muy poco se puede tener en un simple vistazo un control y una planificación de nuestro trabajo.

Como consejo personal durante esta fase de trabajo es la de generar una carpeta en la cual recojamos toda la información bibliográfica posible de cada documento consultado. Esto nos va a ser de gran ayuda a la hora de realizar la bibliografía. No siempre se puede pero fotografiar la portada y contraportadas en las que aparece el autor/autores, editorial, año de publicación, etc. nos evitará que tengamos que volver después para tomar algunos de esos datos que no hayamos anotado. Además de esas fotografías el generarnos un documento, preferiblemente informatizado, en el que vayamos transcribiendo esa información, nos aliviará bastante carga de trabajo en las fases finales del estudio. Esta transcripción de datos no tiene que ser ya la final, aún es pronto para decidir el sistema de referencias y bibliografía a emplear; pero si tenemos todos los datos disponibles, posteriormente solo tendremos que organizarlos y darles la presentación requerida.


Un ejemplo de esa toma de datos bibliográfica. Rápida y cómoda.
 
Los plannigs referentes al trabajo de campo/oficina son algo diferentes. Yo diría que un mismo planning tiene  dos subfases, la inicial (cuando planteamos en casa el trabajo) y la fase de trabajo, una vez "in situ" o mientras estemos ya manipulando los datos obtenidos.

La inicial se centra en definir y delimitar el ámbito de actuación de las siguientes visitas o fases de trabajo. Es decir, determinar que parte del edificio se va a medir, qué zonas van a ser fotografiadas, qué elementos se van a describir y analizar en el informe o qué zona queda por transcribir a CAD, entre una infinidad de supuestos. 

Para definir ese ámbito que pretendemos abarcar, uno ha de ser consciente del tiempo que va a tener para realizar ese trabajo (una mañana para medir, 2 horas para hacer fotografías, o un fin de semana para terminar de redactar los daños en fachada, por poner un ejemplo). Sabiendo del tiempo que disponemos y siendo objetivos, es como mejor podemos hacer el checklist de "cosas a hacer". Para ello la toma de contacto nos habrá servido como una pequeña guía introductoria para valorar la inversión de tiempo que necesitamos según qué fase de trabajo vayamos a realizar.  Una vez entramos en la segunda subfase (es decir, cuando estemos midiendo, tomando fotos o describiendo lesiones), nos irán apareciendo problemas que no teníamos previstos. Un desnivel del terreno, desplome de muros o zonas inaccesibles  durante los trabajos de levantamiento provocarán que nos retrasemos y distraigamos lo cual conllevará que aquello que traíamos planteado desde casa no siempre pueda cumplirse. Ahí entra esa fase de anotar en el checklist nuevos trabajos. Lo mismo puede sucedernos si nos aparece un elemento nuevo (tal vez el replanteo del pavimento es más complicado de lo previsto, o existen unas molduras las cuales nos hemos olvidado de medir) o si cuando nos encontramos una lesión, no tenemos suficiente información para describirla y analizarla. En ese caso pasaríamos a realizar anotaciones simples pero que nos recuerden que aún tenemos trabajo por hacer, por ejemplo; "Falta medir molduras de pilastras al lado de la zona de descanso", "Tomar de nuevo altura a la cornisa del segundo cuerpo izquierdo", "Buscar causas de la escamación de la piedra".



Como veis, no siempre ha de ser todo tan "bonito" o estructurado, simplemente coger un papel y marcarnos los objetivos directores o que más prisa nos corre ya nos está dando un control de lo que debemos hacer en próximas visitas o fases de oficina.

Hacer estas anotaciones en el momento en el que nos surgen los inconvenientes nos va a permitir llevar un control organizativo bastante regular y al mismo tiempo nos otorga la posibilidad de cuantificar el volumen de trabajo realizado o que falta por realizar.

Para terminar quiero recalcar que una planificación es un documento VIVO. Si iniciamos una planificación y pensamos que no vamos a modificar nada de la misma pronto nos daremos cuenta del error. A cada momento nos va a venir bien realizar una serie de actuaciones o modificar algunos de los checklist si nos encontramos frente a situaciones que no habíamos concebido al inicio del estudio. No hablo de improvisar cada semana, me refiero a adaptarnos a las circunstancias del momento o requisitos que consideremos de importancia.

Sin más, de nuevo daros las gracias por vuestro interés y si os surge cualquier duda o sugerencia será un placer atenderos y ayudaros. En la próxima entrega de esta "mini serie" me encargaré de aportaros algunos trucos o consejos varios durante la ejecución del trabajo. De todas formas si se os ocurre o interesa que puntualice más información sobre algún apartado en concreto, dejarlo en los comentarios y me pondré a ello.

Un saludo a tod@s !

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