Hola a todos de nuevo, en la entrada anterior en la que iniciábamos el
camino de cómo realizar un estudio previo, os contaba cómo afrontar los primeros pasos y visita al edificio
objeto de estudio. Ahora es el momento de avanzar un paso más y centrar nuestra
atención en la planificación del trabajo.
Una vez empezamos a conocer mejor
el edificio, tenemos que plantearnos un método de actuación para intensificar
esa toma de datos. Después de la primera visita tendremos ya unas nociones de
la construcción las cuales nos permitirán iniciar ya ciertos análisis
pormenorizados.
A pesar de todo esto, hemos de
ser conscientes de que aún "no tenemos nada" y falta mucho por hacer.
Antes de continuar conviene hacer una pequeña aclaración; en este punto hemos
de diferenciar (según mi opinión) entre el trabajo más técnico, véase
levantamiento gráfico, estudio de lesiones, etcétera y el relacionado con la búsqueda o
investigación histórica. Quiero hacer esta aclaración porque a la hora de
trabajar siempre se llevan ambas cosas a la par, es decir; no vas a estar
dibujando y definiendo lesiones durante 3 semanas y luego estarás otras tres
semanas buscando en archivos. Esto
supone el que sea recomendable llevar dos plannings distintos, ya que cada uno
de ellos nos exigirá una serie de requisitos totalmente distintos.
Ahora bien; ¿a qué llamamos
planning?. Actualmente existen muchísimos modelos y diagramas que permiten
llevar una planificación del trabajo, yo no voy a dar una plantilla, mi consejo
es que si ya tienes una metodología de trabajo que funcione y te encuentres
cómodo o cómoda continúes con ella y simplemente adaptes o agregues aquellos
puntos que puedan parecerte interesantes. El primer paso es el de asimilar
información y conceptos; siéntate en tu mesa de escritorio y organiza todo lo
que tengas hasta el momento. No hace falta que "pases a limpio" o
comiences a estructurar ya el trabajo definitivo; simplemente selecciona,
clasifica y ordena. Hecho esto, el
siguiente paso es decidir por dónde continuar. El levantamiento gráfico te va a
exigir dedicación tanto en "campo de trabajo" como posteriormente en
oficina y es recomendable que le des cierta continuidad para que no se vayan
quedando en el olvido detalles que
puedan ser de ayuda. También es verdad que sin tener la representación gráfica
no se puede avanzar en gran parte del resto de capítulos del estudio, de ahí
que resida esa prioridad frente a otros capítulos o apartados del estudio.
La búsqueda de datos
bibliográficos en ámbitos de patrimonio suele ser algo tediosa (al igual que la
búsqueda de información sobre nuevos materiales o técnicas en proyectos de
investigación), ya que la inversión de horas no siempre da como frutos grandes
resultados. Aquí quiero dejar una puntualización importante; cada construcción
tiene su historia y eso conlleva a que independientemente de su importancia o
relevancia, puede existir una recopilación de datos históricos muy amplia o
prácticamente nula. Todo depende de la "suerte" que se tenga; tal vez
a alguien le dio por guardar todos los documentos desde el siglo XVI, o tal vez
todos los escritos antiguos se quemaron en un incendio por culpa de un rayo;
todo puede pasar en esta vida.
Con la primera búsqueda que
planteé en la toma de contacto, es
posible que ya tengamos varias referencias de archivos y documentos a los que
prestar atención o pistas de otros a los que debemos recurrir. Pues bien, la planificación que os propongo
consiste de nuevo en priorizar la revisión de esos documentos; me explico.
Entre un proyecto (de construcción, restauración, etc.) de años anteriores y
una tesis doctoral sobre el arte o diseño del edificio, por norma general nos
será de mayor ayuda indagar y consultar el primer documento, ya que puede
aportarnos una información muy valiosa para analizar la evolución y el
comportamiento del edificio, mientras que las descripciones o explicaciones
artísticas o de la forma arquitectónica (no menos importante que la anterior,
no se me malinterprete) no nos aportará datos que puedan variar o modificar
nuestro método de trabajo ya que se trata simplemente de recopilación y
transcripción de datos.
Aquí es donde entra lo que para
mí ha sido básico y es la realización de "Checklist". No tienen que
ser documentos complicados que recojan un sinfín de opciones. Hacer una lista
ordenada respecto a las prioridades de los documentos a visitar, localizarlas
por ubicación de archivos, bibliotecas, etc. e incluso reservar algún espacio
para anotaciones e indicaciones nos va a ser de gran ayuda.
Ejemplo:
En el ejemplo vemos como de manera muy esquemática podemos marcarnos que documentos hemos revisado ya, cuales merecen la pena volver a ser documentados o si en alguna visita se nos ha olvidado tomar datos bibliográficos y debemos de buscar esa información mediante otras vías o volver al lugar de visita (de ahí el asterisco rojo que aparece en el último caso). Como digo esto es un ejemplo básico para mostrar cómo con muy poco se puede tener en un simple vistazo un control y una planificación de nuestro trabajo.
Como consejo personal durante
esta fase de trabajo es la de generar una carpeta en la cual recojamos toda la
información bibliográfica posible de cada documento consultado. Esto nos va a ser
de gran ayuda a la hora de realizar la bibliografía. No siempre se puede pero
fotografiar la portada y contraportadas en las que aparece el autor/autores,
editorial, año de publicación, etc. nos evitará que tengamos que volver después
para tomar algunos de esos datos que no hayamos anotado. Además de esas fotografías
el generarnos un documento, preferiblemente informatizado, en el que vayamos
transcribiendo esa información, nos aliviará bastante carga de trabajo en las
fases finales del estudio. Esta transcripción de datos no tiene que ser ya la
final, aún es pronto para decidir el sistema de referencias y bibliografía a
emplear; pero si tenemos todos los datos disponibles, posteriormente solo
tendremos que organizarlos y darles la presentación requerida.
Un ejemplo de esa toma de datos bibliográfica. Rápida y cómoda.
Los plannigs referentes al
trabajo de campo/oficina son algo diferentes. Yo diría que un mismo planning
tiene dos subfases, la inicial (cuando
planteamos en casa el trabajo) y la fase de trabajo, una vez "in
situ" o mientras estemos ya manipulando los datos obtenidos.
La inicial se centra en definir y
delimitar el ámbito de actuación de las siguientes visitas o fases de trabajo.
Es decir, determinar que parte del edificio se va a medir, qué zonas van a ser
fotografiadas, qué elementos se van a describir y analizar en el informe o qué
zona queda por transcribir a CAD, entre una infinidad de supuestos.
Para definir ese ámbito que
pretendemos abarcar, uno ha de ser consciente del tiempo que va a tener para
realizar ese trabajo (una mañana para medir, 2 horas para hacer fotografías, o
un fin de semana para terminar de redactar los daños en fachada, por poner un
ejemplo). Sabiendo del tiempo que disponemos y siendo objetivos, es como mejor
podemos hacer el checklist de "cosas a hacer". Para ello la toma de
contacto nos habrá servido como una pequeña guía introductoria para valorar la
inversión de tiempo que necesitamos según qué fase de trabajo vayamos a
realizar. Una vez entramos en la segunda
subfase (es decir, cuando estemos midiendo, tomando fotos o describiendo lesiones),
nos irán apareciendo problemas que no teníamos previstos. Un desnivel del
terreno, desplome de muros o zonas inaccesibles
durante los trabajos de levantamiento provocarán que nos retrasemos y
distraigamos lo cual conllevará que aquello que traíamos planteado desde casa
no siempre pueda cumplirse. Ahí entra esa fase de anotar en el checklist nuevos
trabajos. Lo mismo puede sucedernos si nos aparece un elemento nuevo (tal vez
el replanteo del pavimento es más complicado de lo previsto, o existen unas
molduras las cuales nos hemos olvidado de medir) o si cuando nos encontramos
una lesión, no tenemos suficiente información para describirla y analizarla. En
ese caso pasaríamos a realizar anotaciones simples pero que nos recuerden que
aún tenemos trabajo por hacer, por ejemplo; "Falta medir molduras de
pilastras al lado de la zona de descanso", "Tomar de nuevo altura a
la cornisa del segundo cuerpo izquierdo", "Buscar causas de la
escamación de la piedra".
Como veis, no siempre ha de ser todo tan "bonito" o estructurado, simplemente coger un papel y marcarnos los objetivos directores o que más prisa nos corre ya nos está dando un control de lo que debemos hacer en próximas visitas o fases de oficina.
Hacer estas anotaciones en el
momento en el que nos surgen los inconvenientes nos va a permitir llevar un
control organizativo bastante regular y al mismo tiempo nos otorga la
posibilidad de cuantificar el volumen de trabajo realizado o que falta por
realizar.
Para terminar quiero recalcar que
una planificación es un documento VIVO. Si iniciamos una planificación y
pensamos que no vamos a modificar nada de la misma pronto nos daremos cuenta
del error. A cada momento nos va a venir bien realizar una serie de actuaciones
o modificar algunos de los checklist si nos encontramos frente a situaciones
que no habíamos concebido al inicio del estudio. No hablo de improvisar cada
semana, me refiero a adaptarnos a
las circunstancias del momento o requisitos que consideremos de importancia.
Sin más, de nuevo daros las
gracias por vuestro interés y si os surge cualquier duda o sugerencia será un
placer atenderos y ayudaros. En la próxima entrega de esta "mini
serie" me encargaré de aportaros algunos trucos o consejos varios durante
la ejecución del trabajo. De todas formas si se os ocurre o interesa que
puntualice más información sobre algún apartado en concreto, dejarlo en los
comentarios y me pondré a ello.
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